DONALD
Escrita Y Dirigida por Raúl Beatmac
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¡Descubre una Comedia Innovadora
que Desafía los Límites Teatrales!
supera las convenciones, provoca risas y reflexiones, y ha sido reconocida en prestigiosos festivales y teatros de España! ¡Una experiencia teatral única que no querrás perderte!
No es una obra de izquierdas, ni derechas, ni política, ni anarquista, ni adoctrinadora, ni social, ni feminista, ni educadora en derechos, ni moral, ni lo contrario. Una comedia metateatral sobre teatro libre de todo en su más puro sentido esencial. Y te vas a morir de la risa.
Un equipo de TV hace un reportaje sobre una compañía de teatro que produce una obra para homenajear a Donald Trump. La periodista (y el público) pronto descubren que el reportaje es más especial de lo que pensaban, con un director de compañía extremadamente imbécil y sin pelos en la lengua, y un elenco aprovechado y muerto de vergüenza que le sigue el rollo.
El público ve en una pantalla, todo lo que graba la cámara de TV. Esta revela secretos que sólo pueden verse desde el detalle, se cuela en camerinos, backstage y añade una narrativa cinematográfica a la dramaturgia.
Un Viaje Teatral en Tres Actos que Desafía los Límites Creativos
Esta historia meta-teatral se desarrolla en un teatro de una forma no casual, con cuatro actos.
El último dura sólo unos segundos y corresponde a la misma vida.
El público ve la grabación de un reportaje para la TV: con una pantalla que muestra todo el tiempo lo que la cámara ve, desvelando secretos y una nueva perspectiva que no podría verse de otra forma. La dramaturgia está pensada para contar una historia no sólo desde el teatro, sino también desde la pantalla, y son fundamentales las dos.
Una comedia que invita a la reflexión llevando al extremo a un personaje que ama al ex presidente Trump.
FICHA ARTÍSTICA
Guión: Raúl Beatmac
Producción Ejecutiva: Musical Impro
Dirección: Raúl Beatmac
Producción: Laura Martínez Salgueiro
Dirección de Fotografía: Raúl Beatmac
Realización audiovisual: Sheila San Miguel
Sonido y luces: Raúl Beatmac
Técnico de sonido y luces: Emilio Samper
Elenco: Raúl Beatmac, Marisa Di-Gó, Issy Gaitán, Laura Galván, Karenina Sacre, Sheila San Miguel y Elva Souto.
Vídeo: Óliver Barnosi
Foto de cartel: May Fernández
UNAS PALABRAS DEL DIRECTOR
Hacemos esta obra porque los hijos del edutainment están matando el teatro.
Desde hace años vivimos una época donde el arte se valora y consume desde un lugar técnico y funcional. O está “bien hecho” o instruye sobre valores. Ya no parece tener una función emocional, filosófica, mágica, poética, sino servir a la fe escolástica, medios y administraciones para aleccionar al público. Parece que el arte existe después de las escuelas de música, teatro, pintura… O nació cuando quizá alguien de una administración dijo “necesitamos arte”.
Hoy tenemos a niños obligados a ser antes responsables que felices, con lecturas sobre bullying, refugiados y violencia de género. El Rey León es imperialista, Blancanieves machista y Capitán Garfio homicida. El arte ya no interesa si no alecciona. O contenta a un grupo cada vez más grande de gente con el mismo dolor que la vecina que apoya la oreja en la pared esperando que hagas ruido para golpearla.
El contenido de una ficción no debería constituir ofensa en un mundo lógico, puesto que literalmente no existe. Ofenderte con una obra de teatro es como enfadarte con Darth Vader por querer conquistar la galaxia.
Un personaje o humorista pasa a ser enemigo público de los “defensores de la responsabilidad social y la política de cancelación”. Eufemismo de lo que antes llamábamos censores.
La ficción no debe necesariamente representar la ética. Los artistas pueden intentar emocionar, mover por dentro, divertir… Pero el dolor y la amargura es de los psicólogos.
Si ofende el arte o la ficción, es porque se considera que debe tener una función política y aleccionadora.
Donald es una pregunta al arte y la imposición. A la instrumentalización catequista del teatro y su obligada función instructora en la sociedad del rendimiento social y el aleccionamiento de todólogos mediáticos y algunos concejales. Una obra no política y políticamente incorrecta sobre un político políticamente incorrecto.
En todas sus representaciones hemos conseguido que el público aplauda en un momento a Donald Trump, uno de los personajes menos queridos del mundo. No por aprecio sino porque aceptaron reírse de sí mismos, de la vida, del mundo. La risa sin porqués: posiblemente las más auténticas que todos hemos tenido nunca. Las que no fueron filtradas por la política, ética o razón.
Es una llamada de atención; no una lección. Una pregunta; no una respuesta. Presentamos lo peor de los dos mundos y aseguramos risas histéricas.
Raúl Beatmac